Hasta la fecha, La Fin du Monde ha ganado más medallas y premios, entre ellos algunos de los más importantes del mundo, que cualquier cerveza canadiense
Waterloo Cuvée Impériale
Esta cerveza se destaca inmediatamente por su fuerte aroma, imponiendo su autoridad natural. Un sabor lleno de nobleza y mucha elegancia que hace las delicias de todo paladar. En la degustación, con el sabor natural de la malta tostada se mezcla la generosidad de su larga dulzura, gracias al aporte de auténticas cañas de azúcar que dejan su suavidad y su gusto a lo largo de todo el proceso. Así, esta cerveza de color rubí oscuro deja una impresión majestuousa, casi espontánea, de autoridad. Su estatus la sitúa muy por encima de otras cervezas de esta categoría y su toque personal queda grabado en el paladar de sus admiradores.