Cerveza rubia de abadía con segunda fermentación en botella.
De color dorado, esta cerveza se distingue por su sabor lupulado ligeramente afrutado, y por su cuerpo ligero y armonioso.
Cerveza compleja con delicados tonos afrutados y un buen aroma lupulado. En boca se aprecia ligera sobre la lengua, y su cuerpo complejo y contundente armoniza perfectamente con las notas de alcohol. Una cerveza con mucha finura y elegancia, y una persistencia exquisitamente larga.
Maridaje: quesos curados y semicurados, carnes rojas y mejillones.
Cerveza rubia de abadía con segunda fermentación en botella.
Fruto de la pasión y del saber hacer, esta cerveza se caracteriza por su variedad de sabores intensos y sutiles.
Presenta un sabor redondo, un buen cuerpo y un carácter firme, características que le confieren el primer lugar entre las cervezas de abadía.
Sus aromas recuerdan al jerez y al anís. En boca tiene una gran corpulencia integrada con suaves aromas caramelizados. Su complexidad aromática y su cuerpo potente proporcionan un final duradero exuberante.
Maridaje: pescado y marisco, y otros platos exquisitos.
Cerveza tostada de abadía con segunda fermentación en botella.
De color ligeramente cobrizo, su sabor es intenso y caramelizado. Se distingue por una variedad de sabores deliciosos, y por sus aromas potentes y especiados.
Esta cerveza deleitará a todos los amantes de las cervezas negras fuertes.
Un cosquilleo de marcado olor a caramelo de café y ron invade la nariz. Su sabor está dominado por un cuerpo intenso cortejado por notas de caramelo y un toque discreto de lúpulo. El posgusto es intenso y persistente.
Maridaje: platos elaborados, foie gras, magret de pato o un buen puro.