Colaboración entre la cervecera oscense Gisberga y la tienda de cervezas Lupulus de Zaragoza
Apariencia; cerveza negra con reflejos rubíes de espuma generosa color crema. Debido a la intensidad del color no es posible apreciar la finura de su burbuja.
Su aroma nos habla de frutos secos, chocolate y crema, principalmente. Aunque el café y el regaliz están presentes acompañados de un aroma frutal que recuerda a plátano y a manzana roja sobre una base de yogurt (sobretodo al agitar la copa) En boca su goloso dulzor no tarda en dejar paso a una ligera acidez que resalta el amargor típico del cacao y de los cereales muy tostados.
El final es eminentemente seco.
Su cuerpo es de una densidad notable aunque no abrumadora y posee una textura cremosa con una leve sensación terrosa. Los aromas retronasales confirman lo que anuncia el aroma por la vía directa; cacao, frutos secos y frutas maduras.
Se trata de una cerveza muy larga, su sabor perdura y perdura después de bebérnosla. Es una cerveza compleja y a la vez muy bebible por la gran armonía entre dulces y amargos, aunque finalmente es el amargo el que predomina.
Para los amantes de los puros puede ser un acompañante ideal y que decir de los postres a base de chocolate o frutos secos. Las carnes rustidas y los estofados también serán un acierto. Aunque pueda parecer sorprendente realzará sobre manera las notas marinas de los mariscos, las ostras son un maridaje típico en Irlanda y las Islas Británicas