La Salve Original
Es una cerveza auténtica de tipo Golden-Ale
Cerveza artesana de color dorado pajizo, sabor dulce y afrutado, con un final ligeramente cítrico sorprendente.
Baja graduación, ideal como aperitivo. Marida con frutos secos, tapas y aperitivos en general
En La Brava hemos desarrollado una receta propia, pensada con ingredientes de nuestra casa y que nos devuelve con cada trago a aquellas noches de verano y homenajes de fin de semana.
La Brava es una cerveza pilsen sabrosa, con cuerpo y un color dorado intenso. Adaptada al gusto catalán, con una graduación ligeramente por encima de la mayoría de pilseners (5.1%) y cocinada con ingredientes totalmente naturales con el método tradicional de la ciudad checa de Pilsen.
La cebada se malte artesanalmente, del mismo modo que se ha hecho desde hace más de 150 años en la fabricación de las pilsen, fruto de la mezcla del mosto joven con los lúpulos Saaz.
La fermentación se realiza en bañeras abiertas de 17.000 litros, siguiendo su ritmo natural, sin añadir CO 2, azúcares, conservantes ni ningún tipo de aditivos ni potenciadores de levaduras para acelerar la fermentación, en un proceso que, a diferencia de la mayoría de cervezas producidas para el consumo masivo, se alarga hasta dos meses.
Defendemos nuestra condición de nómadas o gipsy Brewers, al igual que hacen algunos de los maestros cerveceros más prestigiosos del mundo. Con nuestra receta original, nuestros ingredientes y bajo nuestra supervisión, La Brava se elabora en una planta centenaria en la República Checa, el mejor lugar posible donde permanecieron fieles al estilo más popular del mundo. Con todo ello conseguimos una maduración en las mejores condiciones y un mejor sabor.
Oro Bilbao
En 1912, unos cuantos bilbaínos decidieron que Bilbao necesitaba una cerveza de calidad, a la altura de lo que significa ser del Botxo. La Cervecera del Norte creó la cerveza Oro, con los mejores ingredientes y una elaboración minuciosa. Una cerveza nacida en Basurto y premiada en el mundo. Una cerveza con un sabor genuino, presente en la historia de la Villa. Oro fue el sabor del primer viaje en trolebús, de los paseos en Txinbito. Oro era el trago tras una larga jornada en el puerto, el momento de desconexión al salir de los astilleros. Saciaba la sed en la grada del antiguo campo cuando éste era nuevo. Oro estaba presente al salir del Arriaga y al entrar la noche en Jardines de Albia. Era el trago tras una despedida en La Naja, y es que en Bilbao, la cerveza sabía a oro, de toda la vida.