Cerveza ahumada. 5,5-6,5%. Allá por el s.XIV, en la época que los Sforza gobernaban Santa Fiora, había una serpiente, Cifero, que tenía atemorizados a los lugareños. Según cuenta la leyenda, esta bestia provocaba incendios y desapariciones de gente y animales. Un día, Guido Sforza decidió ir a por él y en el supuesto lugar en el que lo mató se erigió en primer lugar una capilla dedicada a la virgen María y posteriormente el convento de La Selva. En éste último se encuentra cráneo que prueba aquella hazaña, aunque algunos estudios recientes evidentemente lo niegan y han demostrado que se trata de un cráneo de cocodrilo. Pero no me negareis que la leyenda estaba mejor sin desvelar... Entre sus ingredientes hay lúpulos ingleses y 4 maltas, una de las cuales proviene de Escocia y está secada bajo el humo y el calor de la turba.
Mezcla entre la Dama Brun-a y la Papessa en respuesta para el Zwanze de Cantillon.
Baladin Isaac
La espuma cremosa, el intencionalmente nublado, color albaricoque y el olor de la levadura y de cítricos, que se funden en armonías picante de cilantro y las naranjas peladas, te llaman desde el cristal. Refrescante para el paladar, tiene un cuerpo de luz y es muy fácil de beber.
Nombre en honor a uno de los hijos de Teo Musso, su creador.