Cerveza artesana de alta fermentación ( ALE ) que representa la interpretación que hacemos desde Cervezas Ponent de los estilos clásicos de cervezas belgas . Combinando 4 maltas de cebada de diferentes grados de tostado conseguimos este peculiar color oscuro , con tonalidades rojizas si la observamos a contraluz . La adición tardía de los lúpulos nos permite otorgar un aroma de lúpulo fresco , en boca tendremos una amargura presente pero nada agresiva , fruto de la combinación de dos lúpulos diferentes . Los matices torrefactos nos aportan un recuerdo caramelizado . Una sorpresa en boca es el toque especiado de la Ponent Abadía .
Con la Ponent Abadía queremos rendir homenaje a las grandes abadías belgas , en las que los monjes refinaron el proceso de elaboración de la cerveza , prácticamente hasta la perfección . Dando origen con el tiempo a las conocidas cervezas de abadía , " cerevisia monacorum " . Estos monjes mantenían en riguroso secreto los procesos de elaboración de su particular cerveza , consiguiendo verdaderas mejoras en cuanto aspecto , sabor y olor .
También los monjes fueron quienes incorporaron el lúpulo a la cerveza aportándole su sabor amargo característico ya la vez favorecía a su conservación .
Descripción : En la Ponent Abadía reflejamos los colores naturales rojizos fruto de la combinación de diferentes maltas
Espuma densa que marca corona y carácter , agradece diferencia de sabor fresco y persistente en boca con un toque sutilmente especiado .
Estilo cervecero: Seró Dark Ale
Temperatura de consumo : 6-12 º C
Maridaje: Complementando - perfectamente con su pareja , la ponente de Trigo , la ponente Abadía nos abarca un amplio abanico de productos , pasando por frutas y verduras hasta quesos y carnes .
De Molen Mooi & Meedogenloos (Beautiful & Ruthless)
Oscura, aromas y sabor de chocolate, frutas pasas, toque de regaliz. Final cálido.
La Cibeles Strong Ale
Una mezcla de colores rojos y ambar muy oscuros y un cuerpo muy denso casi amielado. La Strong Ale es una combinación explosiva de sabores. Al entrar en boca se percibe un dulzor propio de las gran cantidad de malta que según va avanzando se disuelve y da lugar a un amargor sostenido. Tiene una carbonatación baja y es necesario escanciarla.