Una cerveza que cumple con la Ley de Pureza de 1516 decretada por Guillermo IV de Baviera que establecía que la cerveza solamente se debía elaborar a partir de tres ingredientes: agua, malta de cebada y lúpulo. Elaborada únicamente con estos ingredientes se obtiene una cerveza de color amarillo oro con reflejos oro viejo, con un sabor equilibrado, un ligero amargor y un sutil toque de regaliz.
Su color es de un dorado ligero y brillante, con espuma blanca cremosa y consistente.
En nariz se perciben notas de fruta blanca, caramelo, galleta, cereal tostado, lúpulo floral y miel y en boca tiene una entrada ligera-media, refrescante, con un amargor marcado pero elegante.
En boca vuelve la fruta (fruta blanca, naranja), con ligero cereal tostado, miel, galleta María, lúpulo floral. De media intensidad, su final es seco, con notas de cereal ligero y galleta.
Cerveza llena de aromas, ligera y suave. Elaborada por el Restaurante / Brewpub ’El Santuari de la Gleva’