Rubia
Es refrescante y no te deja indeferente. Ligeramente dorada, está coronada por una espuma estable, y ha sido concebida para disfrutar en cualquier ocasión.
Es una cerveza de fermentación baja (Lager) sin filtrar, con una segunda fermentación en botella. Concebida para ser degustada en cualquier tipo de ocasión, es refrescante y ligera, pero no te dejará indiferente.
Puedes beberla directamente de la botella, pero si quieres disfrutarla al máximo a la vista, olfato y al gusto, es conveniente dejarla reposar verticalmente antes de servirla fría muy despacio en el vaso y procurando dejar el poso en la botella para que no se enturbie.
Su color es amarillo, ligeramente dorado, y está coronada por una espuma estable, adherente al vaso.
En el aroma predomina el grano de nuestra tierra, ya que un gran porcentaje de las maltas utilizadas proviene de Castilla-La Mancha. También encontramos aromas frutales y a pan fermentado, aportados por la levadura. El lupulado es ligero en nariz, aunque se pueden percibir los toques herbáceos de lúpulos alemanes y checos.
A pesar de tener una entrada ligera, posee volumen, cuerpo, lo justo para no acaparar todas nuestras papilas, dejando una tenue persistencia, el compañero perfecto para maridar con cualquier comida o simplemente de tapeo. El carbónico es moderado, agradable al paladar.
Intensidad en sabor, fineza olfativa y color. Destaca su aroma a grano. Aunque se deja acompañar a la perfección por quesos, carnes o chacinas, ha nacido para brillar por sí misma.
Cerveza de fermentación alta (Ale) sin filtrar, con una segunda fermentación en botella. Posee sabor, aroma y color intensos.
Aunque se deja acompañar a la perfección por quesos, carnes o chacinas, ha nacido para brillar por sí misma. Si quieres disfrutarla al máximo a la vista, al olfato y al gusto, es conveniente dejarla reposar verticalmente antes de servirla fría, muy despacio, en el vaso, procurando dejar el poso en la botella para que no se enturbie. Si la bebes en vaso y has seguido las indicaciones anteriores, lo primero que te llamará la atención es su color rojo anaranjado, transparente, obtenido por el aporte de gran cantidad de maltas especiales, aunque su corazón de malta sigue siendo manchego por el aporte de malta de la región. Está coronada por una espuma cremosa.
En nariz predomina un olor intenso a grano, aunque encontramos notas de caramelo, café y, si seguimos inspirando, los aromas típicos de la levadura. Los lúpulos alemán y checo aportan toques ligeros herbáceos y florales.
Es abocada la entrada en boca, dulce, redonda; te llena la boca, pero con una persistencia media que te invita a seguir disfrutándola. El carbónico es más bien moderado y está bien integrado. El amargor, sin ser excesivo, se hace notar.
Malvados Trigo
Es refrescante y no te deja indiferente. Ligeramente dorada, está coronada por una espuma estable, y ha sido concebida para disfrutar en cualquier ocasión.