Cerveza rubia de color miel, de carbónico fino y elegante, con cierta densidad en copa, espuma blanca con tonos marfil cremosa y constante, con buena persistencia. Debido a la presencia de levaduras de la segunda fermentación, es turbia. Olfactivamente se muestra afrutada, con mucha persistencia del grano infusionado, recuerdos a melazas y tostados muy sutiles, muy compleja.
En boca es dulce y golosa al principio, para pasar a notar todo su volumen aromático y gustativo con un paso denso y graso. Las notas a grano tostado, recuerdos a miel y fruta madura, son ahora donde cogen su máxima esplendor. Su buena acidez hace que su paso por boca no resulte pesado y podamos disfrutar de toda su complejidad.
El postgusto es elegante, con una fina amargor, balsámica, muy sutil, lo que nos deja una boca limpia y muy fresca, sin sensación de pesadez. Recomendamos tomar fría, no helada, la baja temperatura le restará potencial aromático y gustativo.
Temperatura óptima de servicio: 5 – 7ºC.
Maridaje: Ideal como aperitivo. Su sutil amargor i su frutuosidad la hace ideal para productos difíciles de maridar; espárragos verdes, alcachofas, ensaladas, verduras a la parrilla, caracoles (con salsa, hervidos, a la “llauna”…) Aguanta bien las carnes blancas i pescados azules. Ahora bien, su mejor maridaje es la tranquilidad y la calma para tomarla, una buena compañía y una mejor charla. Como todo en la vida, lo bueno siempre es para compartir!
Composición: Agua, malta de cebada, azúcar, lúpulos y levaduras.
Esta cerveza de estilo ingles y alta fermentación, elaborada con ingredientes naturales, sin filtrar ni pasteurizar, recupera los verdaderos valores de la cerveza tradicional y artesana, con un ligero dulzor afrutado, cierto amargor floral y los inconfundibles sabores a cereales tostados, dejando al final del trago un toque cítrico.
Elaborada de manera casera con agua de la fuente de Bedar y naranja biológica con su pulpa.
Actualmente la produce Torolé bajo la denominación Torolé Nara.