Voll-Damm
Damm elaboró su primera Märzenbier en 1953. Los primeros años sólo se producía del mes de octubre a abril, mientras que el resto del año se dejaba de fabricar. Fue en 1955, debido al gran éxito obtenido, que se decidió fabricar de manera ininterrumpida. Se la bautizó con el nombre de Voll-Damm. “Voll” en alemán significa lleno, completo. El nombre le iba muy bien a una cerveza de sabor fuerte, intenso y con mucho cuerpo.
Se produce con ingredientes 100% naturales, con cebada sólo de variedades puras y malteada en nuestra propia maltería. La doble cantidad de malta, le confiere más aroma, más sabor y más cuerpo.
La Voll-Damm recibe unos primeros lúpulos amargos en el brasaje, y más tarde justo antes de que comience el proceso de la fermentación se le añade un nuevo lúpulo proveniente de la muy reconocida y prestigiosa región Bávara de Hallertau.
La doble cantidad de malta en la receta hace que sea un producto con mucha fuerza. Con el doble de sabor. El doble de cuerpo. Es algo que se nota en el primer sorbo.
Bock Damm
Bock-Damm es el resultado de la combinación de tres tipos de maltas; maltas torrefactas, maltas caramelizadas y maltas Pilsen.
Maltas torrefactas
Se obtienen tostando los granos secos de malta entre 200º y 220º C. Son las responsables de su color característico y aportan olor y sabor a tostado, así como aromas de cacao y café.
Maltas caramelizadas
Se consiguen tostando la malta verde entre 60º y 75º, provocando la creación de azúcares en el centro del grano. Estos granos se tuestan de nuevo entre 150º y 180º caramelizando los azúcares y aportando notas que recuerdan a caramelo, pasas y miel.
Maltas Pilsen
Son las habituales en las cervezas lager, las que aportan los azúcares para la fermentación y la dotan de un sabor a cereal.
La combinación de estas tres maltas y una cuidadosa selección de ingredientes, 100% naturales, dan como resultado una cerveza negra con mucho cuerpo, notas de sabores tostados y con el intenso color de las cervezas negras tipo Múnich.
Guinness Draught - Surger
El arpa, el oro y la firma del fundador de la cervecería amplifican la epopeya de la Guinness. Este brebaje de gusto y raza inimitables exalta su gusto y su aroma por la utilización de granos de cebada torrefactados. Negra pero fluida, subraya todos los contrastes. Al igual que un valiente guerrero, lanza su grito de victoria sobre una nota de cordialidad. Sin duda, su lado oscuro queda realzado por un collarín de los más cremosos. Esta crema tan legendaria es el resultado de una técnica que consiste en inyectar nitrógeno en el momento de servirla a presión.
Para satisfacer a todos los caballeros que recorren el mundo (sin llevar consigo una bomba para dar presión a la cerveza), Guinness inventó en 1988, un sistema que permite elaborar la cerveza en la propia lata : el llamado floating widget. Mediante la acción de una bola que queda perforada en su centro al abrir la anilla, al servirla la cerveza recibe su indisociable espuma untuosa.
Y para los protectores de los caballeros, pero sin instalación para servir la cerveza a presión en su establecimiento, Guinness inventó en 2006 el Surger. Se trata de un aparato sencillo e ingenioso que permite servirla igual que si se tirara del barril. Mediante el envío de una onda sonora, como por arte de magia, aparece una espuma abundante con todo su atractivo.
Más allá de cómo se sirva, una Guinness es siempre una Guinness : el mismo cuerpo bien armado, el mismo collarín blanco cremoso y, sobre todo, ¡ el mismo gusto reconocible por todos !
Su famoso sabor, a veces imitado pero nunca igualado, se ha convertido en el símbolo de la categoría de las cervezas negras. No se habla de amargor, sino más bien de su cebada torrefactada que le aporta el gusto del café y la chicoria, dentro de un guante de terciopelo. Se llega a apreciar casi como un irish coffee, con una espuma apretada y untuosa que la corona.