Timmermans Kriek Lambicus - Timmermans Kriek
A partir de las efímeras flores de los cerezos, madura su fruto redondo y rojizo, repleto de sol. La Timmermans Kriek combina su célebre lambic con esta suavidad azucarada para ofrecer una cerveza sumamente refrescante. Su frescor natural le hará ruborizarse de placer.
Su sabor está plenamente dedicado a la cereza, que se aprecia desde la nariz con mucha potencia. Su acidez es neutralizada por su bouquet agradablemente azucarado y afrutado. Su gusto se anticipa profundamente en boca y deja una conclusión prolongada y agradable, con el recuerdo de la cereza del verano.
Timmermans Strawberry Lambicus
Para esas personas que no pueden refrenar su antojo de fresas, la Timmermans Strawberry evoca los perfumes de un bonito día de sol. Su color luminoso y su frescor afrutado regalan tanto a las papilas gustativas como a los ojos una experiencia jugosa.
Su aroma evoca los perfumes del plácido verano. Su sabor a fresa confirma la impresión de nariz sin saturación azucarada. Por otro lado, goza también de una auténtica sensación de frescor que recuerda los minúsculos gránulos verdes de la piel de la fresa. Tiene un gusto constante y se extiende rápidamente en toda la boca para terminar su trayecto con un toque más afrutado que azucarado.
Timmermans Oude Kriek - Lambicus
La Timmermans Oude Kriek, refermentada en botella, pronuncia un gusto y desglosa un sabor sin parangón. Las cerezas, de las que ella enarbola el gusto y el color, proceden históricamente de Schaerbeek. Ligeramente ácido y con un bouquet admirable, este caldo natural, y por lo tanto no menos caprichoso, requiere una atención muy particular en el curso de su prolongado periodo de maduración. Fruto de una mezcla de lambic envejecido y lambic joven, la Timmermans Oude Kriek se conserva hasta 12 años. Al igual que la Timmermans Oude Gueuze, se trata de una joya exclusiva, y por lo tanto sólo se encuentra disponible en "Limited Edition”
El resultado del fruto de los sabores del auténtico lambic maridado a la cereza de antaño de Schaerbeek, da lugar a un sabor que sigue siendo sorprendente por su concepción, engendrada con ¾ sobre la base de un lambic envejecido completado en su final con ¼ de una generación espontánea más joven. Esta unión en la que la acidez natural domina el conjunto, logra una de las combinaciones más exitosas, que a buen seguro colmará de placer a los auténticos connaisseurs de la fermentación espontánea y sorprenderá a los neófitos en materia de cervezas afrutadas en sus más prestigiosas y nobles dimensiones.