Paulaner Salvator
Con esta bebida comienza la historia de nuestra fábrica de cerveza. Y también la historia de la cerveza fuerte en Baviera, ya que fueron los monjes paulinos los inventores de esta bebida estacional de alto contenido alcohólico y baja fermentación.
Desde hace ya más de 375 años fabricamos la cerveza Salvator siguiendo la receta tradicional, que hemos ido perfeccionando con el paso de los años: con una corona de espuma color caramelo, esta cerveza de tonalidad castaña, combinada con su seductor aroma de chocolate, despliega su agradable intensidad en cada sorbo. A ella se une la más fina malta de Múnich, completada por una ligera nota de lúpulo en el paladar.
Tantas veces copiada pero nunca conseguida: ¡la madre de todas las cervezas estacionales de alto contenido alcohólico, designadas tradicionalmente con el sufijo “-ator“!
Un 18,3 por ciento de mosto original y un 7,9 por ciento de alcohol. Salvator no es sólo la más tradicional, sino también la más fuerte de nuestras cervezas.
En origen fue fabricada por los monjes paulinos para su propio consumo, como sustituto alimenticio en épocas de ayuno, que al parecer tampoco era tan frugal. Su elevada calidad y excelente sabor no sólo alentaron a estos monjes acostumbrados a la bebida, sino que lograron despertar la chispa y la alegría vital de viejos y jóvenes. Sin embargo, los monjes no pudieron servir oficialmente su cerveza Salvator hasta 1780, año en el que el príncipe elector Carlos Teodoro probó una jarra de la bebida y quedó completamente cautivado.
Siguiendo la antigua tradición de los monjes paulinos, celebramos cada primavera la apertura del primer barril en el Nockherberg. Y al igual que entonces, ofrecemos también la primera jarra al soberano, en este caso al Primer Ministro bávaro. El hecho de que los políticos sigan asistiendo a la fiesta todos los años pese a las chanzas de las que son objeto, se debe al parecer a esta cerveza especial.
Servida tradicionalmente en grandes jarras de cerámica de Keferloh, con su gusto de malta, un dulzor equilibrado y un delicado sabor afrutado, la cerveza original de Paulaner resulta excelente para el acompañamiento de platos igualmente sustanciosos, como por ejemplo el pato con ciruelas.
Bergbock Hell
Leuchtend Gold in der Farbe und glanzklar im Aussehen macht er mit seinem festen feinporigen Schaum Lust auf den ersten Schluck.
Kräftige Malz- und blumig-hopfige Aromanoten sind durchsetzt mit leichten Fruchtaromen. Trotz seiner Stärke ist der Bergbock angenehm vollmundig, verbunden mit einem kräftigen, jedoch nicht aufdringlichen Körper. Eine sehr dezente, feine Hopfenbittere verbindet sich mit einer leichten Honigsüße hin zu einem weichen, harmonischen Abgang.
Der Andechser Bergbock Hell ist der Geheimtipp unter den Andechser Klosterbieren für Kenner und Genießer.
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Andechser Bergbock Hell es la punta caliente entre las cervezas monasterio Andechs para los conocedores y sibaritas.
Con su firma, fina espuma porosa, oro luminoso y claro aspecto brillante, no puede dejar de despertar expectativas de puro placer.
Matices de malta fuertes y lupulo floral están imbuidos con acentos de ligero sabor afrutado. A pesar de su fuerza, Bergbock es agradable al paladar, con un cuerpo de gran alcance, pero discreto. Una muy discreto, lupulo finamente amarga transforma en una ligera dulzura de la miel para concluir en un retrogusto suave y armonioso.
Una luz bock armoniosa de carácter que no se puede poner después de primer trago (extracto original de 16,5% y 7,0% de alcohol por volumen).