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chile seco mexicano, la hacen única y diferente. Las dos maltas que intervienen en su proceso otorgan un correcto equilibrio entre sus ingredientes. El sabor dulce de su malta base, deja paso al moderado amargor que aportan sus lúpulos americanos, descubriendo también sabores cítricos y especiados en el aroma. La raíz de regaliz y el sabor ahumado del chile seco se dejan notar a medio trago, volviendo a dejar paso al final a los tonos ahumados y cítricos previos.

Su sabor intenso y la espuma fina, blanca y consistente se consiguen fermentando durante cinco días con levadura de floculación media y re-fermentando de 20 a 30 días una vez embotellada.

Marida bien con todo tipo de carnes y quesos muy curados, viejos o de tipo fuerte inglés como el Shilton. Less