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su uso y asesorados por expertos en botánica, se decidió su utilización por su poder antioxidante, que permite prescindir del uso de lúpulos, inexistentes en la península antes de la Edad Media. Se ha conseguido una acidez agradable, que recuerda las fermentaciones espontáneas como serían las de los íberos. Por otro lado se ha conseguido que la artemisia actúe como antioxidante, hecho que permite que la cerveza se conserve dentro de los estándares habituales, y se ha dado un toque amargo a la cerveza, a partir de la absentina. Un amargo que en ningún caso recuerda al de los lúpulos, sino a la quinina de las tónicas. Si los íberos buscaban el sabor de la artemisia, era lo que debían encontrar. El resultado es una cerveza muy herbal en nariz, ligeramente con toques de cítricos, y un gusto final de quinina que va progresando a medida que se consume. Tiene el tercer premio en la Fira de Cerveses Artesanes del Poblenou de Barcelona 2016. DESCRIPCION DEL PRODUCTO. FASE VISUAL: Color rubio, algo turbio. Espuma poco densa y de pequeñas burbujas chispeantes. FASE OLFATIVA: De aroma muy herbal y con toques cítricos. FASE GUSTATIVA: De comienzo amargo producido por la artemisa absentinae. El amargor de esta planta es distinto al que aporta el lúpulo notándose más en garganta que en la parte interior de la lengua. Posée una acidez cítrica equilibrada que le confiere un trago agradable al paladar. Maridaje: Frutos secos, quesos de cabra u oveja curados, oliva negras, higos secos... Es un estilo que nos puede recordar al de las fermenaciones espontáneas similares a las lambic o gueuzes belgas, pero más suave. Alcohol 4,5º Vol. Botella 33cl. Malta de cebada y trigo. Ver menos