Monegre.
Desarrollamos una cerveza de color cobrizo/terroso, con mucho cuerpo, un toque de amargor en entrada al paladar y un sutil final a regaliz. Estas características se asemejan a la partida de Monegre, la cual se encuentra en el límite del desierto de los Monegros.
La Monegre está elaborada con maltas inglesas cristal, que le aportan un color cobre oscuro, la espuma es de burbuja fina. En aroma se notan aromas maltosos y dulces con un fondo torrefacto que la hace refrescante. En boca la entrada es sedosa y dulce gracias a los azúcares de la malta Maris Otter. El final del trago es torrefacto y ligeramente herbal.
Picarda.
Nuestra primera cerveza debe su nombre a la Sierra de la Picarda, que se divisa desde el pueblo de Mequinenza. La niebla en Mequinenza suele ser persistente durante el invierno y la Picarda es el lugar por donde los mequinenzanos vemos amanecer.
Es una cerveza de alta fermentación de color pajizo muy cristalino con reflejos dorados. La espuma, de un blanco intenso es muy persistente y de burbuja fina. En aroma se notan en primer plano el lúpulo, que le aporta matices florales. En boca, la entrada es fresca gracias al lúpulo, pero deja paso al dulzor de la malta, que llena la boca y hace un trago muy untuoso, gracias a la utilización de Maris Otter, una malta famosa en todo el mundo por su calidad. En resumen se trata de una cerveza muy equilibrada y muy agradable al paladar.
Picarda con Miel de Romero
Probablemente el vino de miel o hidromiel sea la bebida alcohólica más antigua elaborada por el hombre. Más tarde, con la domesticación de los cereales, hizo su aparición la cerveza y en ocasiones, la miel era uno de sus ingredientes. Así que respaldándonos en la historia y para celebrar las fiestas mayores de Mequinenza decidimos realizar una colaboración con “Miel La Galinda” y así sacar un producto que aunara dos productos locales.
Picarda con Miel de Romero es una evolución de nuestra Blond Ale Picarda. Se realiza una segunda fermentación en el fermentador en la cual se le añade Miel de Romero. La inclusión de miel en el proceso de fermentación ha eliminado parte del sutil amargor inicial haciendo la entrada en boca mucho más suave. Por otro lado, intensifica aromas y sensaciones en paladar que son característicos de la miel.
Se trata de una cerveza muy equilibrada y que sorprende.