Paulaner Hefe-Weißbier / Hefe-Weizen / Weissbier / Naturtrüb
La cerveza blanca de levadura número 1 en Alemania y una de las más apreciadas del mundo. De apariencia turbia, se presenta en el vaso con un brillante color dorado aterciopelado, bajo una robusta corona de espuma que verdaderamente merece este nombre. Ya desde el comienzo de su preparación emana de este clásico de la cerveza blanca de Múnich un ligero aroma a plátano.
El conocedor aprecia toques de mango y de piña y ensalza el hermoso equilibrio de dulzor y amargor. Los amantes de la cerveza disfrutan del fino aroma de levadura y de su fabulosa suavidad burbujeante. Es la típica cerveza para tomar al aire libre, capaz de unir a personas de todo el mundo.
Para los amantes de la cerveza, esta cerveza blanca es una de las mejores del mundo. Para los expertos, toda una ciencia. Varias generaciones de experimentados maestros cerveceros han depositado en ella lo mejor de sí mismos: amor, pasión, sabiduría y tiempo. En Paulaner estamos especialmente orgullosos de nuestro procedimiento único para la fabricación de la cerveza con ”levadura en suspensión“, que proporciona un enturbiamiento homogéneo, un constante nivel de calidad y un inigualable sabor a nuestra cerveza.
El inconfundible color, por el contrario, se obtiene de la mezcla de cuatro maltas diferentes. El extracto seco primitivo del 12,5 por ciento aporta el resto a esta deliciosa cerveza blanca y al inimitable sabor de Paulaner. Nuestra cerveza blanca de levadura constituye un placer sin igual como acompañamiento de todas las meriendas tradicionales en las cervecerías al aire libre, y especialmente de la clásica crema de queso “Obatzdn”.
Maisels Weisse Original
Cerveza muy viva, de color amarillo anaranjado, con aspecto turbio y que presenta algo de sedimento. La espuma es blanca, muy espesa y duradera, y bastante más compacta de lo que suele ser habitual en las cervezas de trigo. El aroma está dominado por el pan, la levadura, las especias y los matices afrutados como la pera y el plátano.
En boca se suman los sabores de otros elementos dulces como maicena, caramelo, o matices de vainilla o chicle; para acabar en un final cremoso y refrescante, con un suave amargor y el regusto de especias como el clavo.