Es un auténtico producto de la región. La tierra fértil de los campos de Waterloo proporciona las materias primas que la forman. Una cerveza que conquista el paladar gracias a un plan estratégico y bien estudiado. Nunca defrauda
el que la degusta descubre su composición de malta y trigo, que esconde un sinfín de sabores un poco más ásperos y amargos sin llegar a sentirse invadido por ellos. Ya seducido, el revés final que la hace tan sabrosa no hace sino confirmar su atractivo y su astucia… Y nos deja con una palabra en la boca: ¡Valor! Less