Estos genios de Lugano son unos ases trabajando la baja fermentación y esta Bibock es otro gran ejemplo, maltosa pero muy equilibrada, con un aroma delicioso de lúpulos alemanes. Importantísimo tomarla sin que haya pasado mucho tiempo desde que sale de la fábrica.
Para mí mucho mejor en barril que en botella. En cualquier caso una cerveza que no deja indiferente