El estudio “Cerveza, Dieta Mediterránea y enfermedad cardiovascular”, que se enmarca dentro del estudio PREDIMED, ha utilizado una muestra de 1.249 participantes con un elevado riesgo vascular, y ha analizado la relación entre consumo moderado de cerveza, factores de riesgo cardiovascular, patrón de alimentación y actividad física.La investigación concluye que el patrón alimentario global de los consumidores moderados de cerveza es más próximo a la Dieta Mediterránea que el de los no consumidores de esta bebida fermentada. Además, la ingesta de ácido fólico, vitaminas, hierro y calcio es superior y presentan una menor incidencia de diabetes mellitus e hipertensión, así como un índice de masa corporal inferior.
Desde tiempo inmemorial las bebidas fermentadas como el vino, la cerveza y la sidra, se han ligado a la alimentación de muchos pueblos, especialmente a los del área mediterránea.
No resulta, pues, extraño que desde hace años la sociedad atribuya efectos beneficiosos al consumo moderado de estas bebidas, en muchas ocasiones sin ninguna base científica. Por otra parte, tampoco nadie duda de que el consumo de cantidades excesivas de alcohol dé lugar a un gran número de pro- blemas médicos, sociales y laborales.
Parece que las bebidas alcohólicas, en general, y las fermentadas (vino y cerveza), en particular, tengan un doble efecto sobre la salud, beneficioso o perjudicial, en función de la cantidad ingerida y de la susceptibilidad de la persona que lo consuma.
Numerosos estudios epidemiológicos han sugerido que el consumo moderado de bebidas alcohólicas reduce tanto la mortalidad global como la mortalidad por cardiopatía isquémica, así como la prevalencia de enfermedad cerebrovascular. No obstante, existen notables discrepancias sobre los efectos específicos de los distintos tipos de bebida (vino, cerveza y licores) sobre el sistema cardiovascular, los posibles mecanismos protectores de las bebidas alcohólicas y también sobre si estos posibles mecanismos se deben a su componente alcohólico (etanol), a los productos no alcohólicos que contienen, principalmente polifenoles, o a ambos.
Por otro lado, parte de los efectos beneficiosos del consumo moderado de algunas bebidas alcohólicas como el vino se han ligado a una alimentación más saludable (Dieta Mediterránea), mientras que el consumo de otras como la cerveza, se ha ligado a patrones alimentarios menos saludables, especialmente en los países anglosajones.
Libro descragable en formato PDF - Cerveza, Dieta Mediterránea y enfermedad
Servicio de Medicina Interna, Hospital Clínic, Universidad de Barcelona Instituto de Salud Carlos III, Ministerio de Ciencia e Innovación, Gobierno de España Institut Municipal d’Investigacións Mèdiques, Barcelona Universidad Rovira i Virgili, Reus Facultad de Medicina, Universidad de Málaga Departamento de Bromatología y Nutrición, Facultad de Farmacia, Universidad de Barcelona
Palabras Clave: Cerveza, Dietas, Enfermedad, Sanidad, Medicina, Estudios