En el 2015, dos jóvenes apasionados por la cerveza artesanal decidimos fermentar nuestra primera cerveza en el trastero de casa. Tras la cata, varias personas nos animaron a seguir por este camino, dado que no había salido nada mal.
Así que nos lo tomamos en serio: estudiamos varios cursos de elaboración de cerveza y viajamos por todo el mundo probando varios tipos de recetas. Pronto nos dimos cuenta de que el mundo cervecero debe crecer aún más, tanto en número de locales dedicados a dar a conocer buenas cervezas como en la calidad de éstas.