De inmediato exhibe sus matices lupulados, donde entra de lleno una composición que mezcla un dulzor distintivo y un clásico toque resinoso por parte del pino. De
manera llegamos a un final sutil a caramelo por parte de las maltas.
En boca entra limpia y sedosa, sin la presencia de azucares residuales para que nuevamente se desenvuelva lo silvestre del pino y se reintegre el carácter cítrico del pomelo. Dando espacio para que entre un amargor fibroso y con carácter que perdura por largo rato que evoca una astringencia moderada, entregando un final preciso del dulzor acaramelado de la malta. Less
06-07-2015
Rubia y con poco cuerpo, sorprende el amargor muy persistente.