Procedente de la tierra, de las flores, de los manantiales y las manos del hombre: agua, maltas, lúpulos, colmenas, miel… La cerveza Castreña combina todo ello mediante la cocción de maltas selectas y lúpulos de primera calidad con miel pura de abeja de alta montaña, todo ello bajo el abrigo de las manos y alambiques de maestros cerveceros que, siguiendo una antigua tradición celta, han dado a la miel el peso de ser el ingrediente más valioso