Abdij Sint-Sixtus - Westvleteren

The Trappist Westvleteren is brewed by the monks of the Sint-Sixtus abbey. Five natural ingredients are used to brew three Trappist beers: Blond, 8 and 12. They each have their own colour, taste and aroma. All beers are unfiltered and not pasteurised, with secondary fermentation in the bottle. All this contributes to the taste and aroma.
The Trappist Westvleteren is brewed and bottled within the abbey walls and only offered for sale on site. Wooden crates of 24 bottles in the Abbey itself, and a small package of 6 bottles in the “In de Vrede” meeting centre.
The Trappist Westvleteren meets the strict requirements of the International Trappist Association, and therefore also carries the “Authentic Trappist Product” trademark.
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De Trappist Westvleteren wordt gebrouwen door de monniken van de Sint-Sixtusabdij. Vijf natuurlijke grondstoffen worden gebruikt om drie trappistenbieren te brouwen: Blond, 8 en 12. Die hebben elk hun eigen kleur, smaak en aroma. Alle bieren zijn ongefilterd en niet gepasteuriseerd, met nagisting op de fles. Dit alles komt hun smaak en hun aroma ten goede.
De Trappist Westvleteren wordt binnen de Abdij gebrouwen en gebotteld en enkel ter plaatse te koop aangeboden. Houten bakken van 24 flesjes in de Abdij zelf en een kleine verpakking van 6 flesjes in het ontmoetingscentrum “In de Vrede”.
De Trappist Westvleteren voldoet aan de strenge voorschriften van de Internationale Vereniging Trappist, en draagt dus ook het logo “Authentic Trappist Product”.
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La bière Trappist Westvleteren est brassée par les moines de l’abbaye de Saint-Sixte. Cinq ingrédients naturels sont utilisés pour brasser trois bières trappistes: Blond, 8 et 12. Elles ont chacune leurs propres couleur, saveur et arôme. Toutes les bières sont non-filtrées et non-pasteurisées, avec refermentation en bouteille. Tout ceci améliore leur saveur et leur arôme.
La Trappist Westvleteren est brassée et mise en bouteille dans l’enceinte de l’abbaye et n’est proposée à la vente que sur place, soit par casiers en bois de 24 bouteilles dans l’abbaye même, soit par coffrets de 6 bouteilles dans le Centre d’accueil “In de Vrede”.
La Trappist Westvleteren satisfait aux prescriptions rigoureuses de l’Association Internationale Trappiste et porte donc aussi le logo “Authentic Trappist Product”.
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La Abadía de Saint-Sixte no es una construcción imponente. Los visitantes y los paseantes serán más bien afectados por la simplicidad y la calma que exhalan los edificios sobrios.
Aquí, nada de oropel o turístico… solamente hay un sentimiento de armonía intemporal que reina entre la Abadía y el paisaje espléndido del Westhoek. La historia de la Abadía comienza con Jean Baptiste Victoor, que vivía en un ermitaño en este lugar. En 1831, acogió a tres monjes de Mont des Cats, una fundación de Notre-Dame del Gard. Uno de ellos, Dom Francois-Marie, fundó el monasterio en 1831.
Cuarenta años más tarde exactamente, Saint-Sixte recibió el título de Abadía. Así comenzó su historia, en esta región aislada y abandonada, dónde el silencio era el único testigo de una vida de rezo y de trabajo. Los edificios, construidos a lo largo de los años, traducen el desarrollo de la Abadía. Un nuevo claustro, una pequeña iglesia, una puerta permitiendo un mejor aislamiento, y también una granja, una cervecería, una fragua, un molino y una tienda de carpintería aparecen en los anales.`` Ora et Labora `` : las paredes cuentan la historia de la vida de los trapenses.
La cervecería
La cervecería aparece por primera vez en el libro de cuentas al 15 de junio de 1838: se gastaron 919 francos “para una antigua cervecería”. Se supone que esta adquisición se efectuó, en particular, bajo la influencia de Westmalle, con la cual Westvleteren constituye, a partir del 1836, una congregación belga separada.
En mayo del 1839, Saint-Sixte obtuvo la licencia de cervecería. El libro de cuentas hace entonces mención de un gasto de 25,45 francos, para la adquisición de la primera cuva. A lo largo de los años, la cervecería se renovó en cinco ocasiones. La última instalación data solamente de 1990. La cervecería combina con éxito tradición y tecnología moderna. Una garantía para un producto final de calidad.
Los trapenses forman parte del orden de los Cistercienses. Su modo de vida se dedica enteramente a Dios, lo cual se expresa, en particular, dentro de la armonía, de la soledad, del silencio, del rezo y… del trabajo de los hermanos.
En el seno de esta tradición, el trabajo manual goza de una atención especial: las rentas generadas  sirven para proporcionar a las necesidades de la comunidad y para ayudar a los demás. Se ve también una señal de solidaridad, todos trabajan para tener lo necesario para vivir. Se elabora cerveza entonces para vivir, no se vive para elaborar cerveza. Esta es la razón por lacual la cerveza Trappist Westvleteren se produce solamente en cantidades limitadas.
La Abadía y la cervecería no pueden visitarse. Pero las personas interesadas pueden dirigirse al “Claustrum”, el espacio de información situado en el centro de encuentro “In de Vrede”, justo en frente de la Abadía. Podrán familiarizarse con la comunidad, y descubrir de manera más detallada la historia de la cervecería y el proceso de fabricación. Y para catar la cerveza trapense, vayan al café del centro de encuentro.
Sus cervezas
Trappist Westvleteren Blond ~ 5,8 % vol.Trappist Westvleteren 8 ~ 8 % vol.Trappist Westvleteren 12 ~ 10,2 % vol.
La `Trappist Westvleteren` se vende en cantidad limitada en el centro situado cerca de la Abadía, y se puede lograr solamente con reserva previa por teléfono. Debido a esta producción limitada, se propone una sola clase de cerveza a la venta. El Trappist Westvleteren se vende solamente a los consumidores particulares, cada comprador se compromete en no venderla de nuevo.
Deje a su Trappist descansar al menos una semana, luego sirvala con precaución a una temperatura entre 12 y 16 °C, en un vaso con la forma de una copa. Excepto la cerveza rubia, el Trappist se conserva durante años: déjele el tiempo de madurarse. Guarde las botellas a la vertical, no las conserven al refrigerador pero en un lugar oscuro, a una temperatura situada entre 12 y 18 °C. Este producto de calidad se manda en cajas de madera, que pueden ser usadas solo si las conservan en un lugar seco. Se recojerá la consigna, con reembolso de la fianza, solamente si el embalaje no está dañado.